¿Sabías qué? Solo el microclima español permite una curación adecuada del jamón Ibérico.
Hay varios factores clave que hacen que este proceso sea difícil de replicar en otros lugares:
1. Clima continental con inviernos fríos y veranos secos
• La combinación de temperaturas frías y secas en invierno y veranos calurosos pero sin exceso de humedad permite una curación lenta y natural.
• En otros países con mayor humedad o temperaturas más extremas, se requeriría refrigeración artificial, lo que alteraría el proceso tradicional.
2. Control natural de la humedad
• Las zonas de curación tienen una humedad relativa entre 60% y 80%, lo que evita el crecimiento de microorganismos indeseados y favorece el desarrollo del moho beneficioso que da sabor y protege la pieza.
3. Aire limpio y puro
• Muchas de las zonas de curación están en altitudes elevadas (600-1.200 m sobre el nivel del mar), donde el aire es puro y fresco, sin contaminantes que puedan afectar el proceso.
4. Proceso artesanal y tradición centenaria
• La curación del jamón ibérico no es solo cuestión de clima, sino también de saber hacer transmitido de generación en generación.
• Cada maestro jamonero ajusta las ventanas y controla la ventilación de forma manual según la temperatura y humedad exterior.
5. Regulación y Denominaciones de Origen
• En España, el jamón ibérico de bellota debe curarse mínimo 36 meses, pero algunos alcanzan hasta 60 meses.
• Este proceso prolongado es posible gracias al microclima y las normativas que garantizan calidad y autenticidad.
En otros países han intentado replicar la curación del jamón, pero sin el microclima ideal, el resultado no es el mismo.
Firmado: Ibéricos Montechico