Sabor que recuerda a lo de antes
Curación mínima: 12 meses | Peso: 5 – 5,5 kg
Desde la pasión de la finca Montechico, en Salamanca, llega esta paleta elaborada con mimo, tradición y un origen claro: nuestros propios cerdos ibéricos, criados en libertad y alimentados con cereales, forraje y pienso que elaboramos nosotros mismos.
Con un perfil alargado, carne sonrosada y un veteado que habla por sí solo, esta paleta es una joya que destaca por su jugosidad, su textura melosa y ese sabor dulce e intenso que se queda en la memoria.
Ya sea para compartir en familia o darte un capricho, esta pieza te conecta con lo auténtico. La puedes recibir entera, deshuesada o loncheada al vacío, lista para disfrutar sin complicaciones.